CASA MEZTITLA
Hospedaje boutique, Tepoztlán, México, 2014

Premios y reconocimientos:
2022, Selección de obras ganadoras de la convocatoria Ópera Prima. Revista Trama. Ecuador
2017, Medalla de Oro. Premio Internacional Dedalo Minosse. Vicenza, Italia
2016, Ganador - Arquitectura residencial. V Premio Nacional de Arquitectura e Interiorismo AAI México. México
2016, Nominación - Vivienda unifamiliar. Mies Crown Hall Americas Prize. Chicago, EEUU
2016, Ganador - Arquitectura + Agua. Premio Architizer A+Awards. Nueva York, EEUU
2016, Finalista - Residencial. Architizer A+Awards. Nueva York, EEUU
2016, Nominación. Premio de arquitectura latinoamericana Oscar Niemeyer. RED BAAL
2015, Medalla de Oro - Vivienda unifamiliar. Primera Bienal de Jóvenes Arquitectos (FCARM). México
2015, Medalla de Plata - Vivienda unifamiliar. 2da Bienal de Arquitectura de la CDMX (CAM-SAM). México

 

Alcance EDAA: diseño, desarrollo de arquitectura, supervisión de obra
Área de construcción: 650 m² (7,000 ft²)
Área del sitio: 3,800 m² (40,902 ft²)
Equipo de diseño: Luis Arturo García, Jahir Villanueva, Juan Hernández, Hans Álvarez, Enrique Villalón, Antonio Rivas, Ana Rodríguez
Consultores: PBS Ingenieros (estructura), MS Proyectos de Geotecnia (mecánica de suelos), Bimsa Reports (costos), Descarga Cero (administración de agua).
Fotografía: Yoshihiro Koitani
Cliente: privado

Casa Meztitla es una intervención de un escenario silvestre. Exhibe el valor del ocio, el clima tropical, la intensa luz del sol, los aromas de la naturaleza, las terrazas del terreno de más de 500 años de antigüedad y la presencia inmutable de la montaña rocosa: El Tepozteco. Es contexto en sí misma. Es la creación de espacio puro dentro del espacio natural (Paz, O., 1987). Es una expresión de intimidad en continuo contacto con la naturaleza. Dos elementos revelan su existencia al exterior: por un lado, la colorida bugambilia que se muestra de manera intermitente entre el denso follaje vegetal y que delimita el perímetro del sitio; y por el otro, el prisma monolítico, masivo, que emerge entre los árboles.

La casa no es más que un reflejo de la interminable relación que existe entre el interior y el exterior: no se puede ir de un área a otra sin caminar a través de los espacios exteriores; cada área (con excepción de los servicios) está abierta al exterior, de modo que se puede estar fuera de la casa al cruzar cualquier puerta. Es decir, la casa funciona orgánicamente como una serie de cuartos que se conectan a través de distintos tipos de áreas exteriores. El clima subtropical templado de la zona fue otro de los elementos que se tomaron en cuenta para no construir una casa que se encerrara en sí misma, sino que continuamente se abriera al entorno natural y fomentara la convivencia entre la casa, sus habitantes y la naturaleza.

San José Insurgentes, CDMX, México | info@edaa.mx, IG: edaa.mx